martes, septiembre 29, 2009

HÉROES A LA ESPAÑOLA

Desde que Jesulín de Ubrique se casara con María José Campanario, han sido muchos los que han gritado eso de "Arriba la Esteban". Sin embargo, y lejos de la prensa rosa, lo que ahora se vocifera por ahí no es que suba la Esteban, directaremente es que suben los impuestos. Y además quitan los famosos 400 euros que lanzó, cual oferta de Carrefour, el entonces candidato a la reelección a la Presidencia de: Gobierno de España. Evidentemente, repitió en el cargo; y para solo el 30% de los internautas españoles, es un buen Presidente. Aunque no hay estadísiticas al respecto, es evidente que destaca por ser mejor político que Presidente. Dicho esto me convierto en Duquesa de Alba y digo eso de "Yo no sé nada".
Y aunque no sepa nada, lo que puedo asegurar es la felicidad que me invade ahora mismo todo el cuerpo cual ponzoña vampírica. Sí. Yo y otros cuatro millones y pico de desgracia... desempleados como yo vamos a salvar a España de hundirse en el déficit más deficitario de los últimos tiempos.
Y mira tú que siento orgullo y honor, como seguro sentirán los demás españoles. Orgullo y honor de que aun sin tener nada, aún seamos nosotros los que podamos sembrar la semilla de ese famoso brote verde; brote que, por cierto, está más perdío que el barco el arroz. Orgullo y honor porque gran parte de la masa de parados del conjunto nacional somos andaluces. Orgullo y honor porque, aún teniendo fama de gandules y fiesteros, los andaluces levantan el país. Siempre. Y si no que se lo digan a Cataluña. Eso es así compadre.

miércoles, septiembre 23, 2009

LA VIDA TIENE MÁS DE MIL PALABRAS

¿Por qué la vida es así? El tiempo pasa y yo cada vez me doy más cuenta de ello. Recuerdas el antes y ves pasar el ahora, y no puedes parar de pensar en mañana. La grandeza del tiempo es maravillosa; lo nimio deja de ser insignificante y lo importante se torna imprescindible sin que apenas lo esperes.

Hoy vuelvo a sentarme en una mesa rodeada de hojas. Conocimientos plenos plasmados en folios y más folios. Unos con letra clara, otros confusa, y algunos casi sin palabras. Pero todos, absolutamente todos dicen algo. Todos lo hacen. Todos lo hacemos. ¿Quién no tiene nada que decir? ¿Algo de que hablar, como el título de aquella película? Todos dicen hablar, pero el problema no reside ahí, sino en escuchar. Los folios no escuchan, no pueden. Todos tampoco.

Así es la vida. Todos tenemos algo que decir pero nadie tiene nada que escuchar. Lo más bonito de la vida es eso porque no lo podemos entender ni explicar.