Quizá esta noche no haya dormido mucho, o no haya dormido bien. No importa cómo haya dormido. Lo importante es que he vuelto a soñar. ¿Y no es soñar una de las mejores cosas de la vida? Puede que para muchos soñar sea como ponerse la miel en los labios y al despertar solo encontrarse con hiel. Quizá por ello no gusta soñar. Los sueños (como decía Calderón de la Barca) sueños son. Permanecen en un mundo onírico majestuoso del que no pueden salir. Jamás un sueño atisbará la realidad. ¿Jamás? No nos arriesguemos a pronunciar estas palabras.
Un día un hombre soñó volar. Surcar cielos y mares, atravesar valles y montañas y sentir que las nubes no cierran el paso, solo lo cubren. Y ese hombre murió soñando que alguien lo conseguiría, que "jamás" no era destino factible y que los sueños aunque sueños, verdades son. Hoy volamos, navegamos; superamos las barreras espaciales en un tiempo limitado. Da Vinci lo supo.
De esta manera acontece la vida humana. Quizá no lo consigamos hoy, pero seguro que ellos pueden mañana. Aun así pensemos que lo mejor es seguir este sabio consejo: "No sueñes tu vida. Vive tus sueños" (Träume nicht dein leben. Lebe deinem traum, por si no os lo dije nunca)
1 comentario:
mi madre qué profundidades germanoides se ven por aqui.... sueños calderonianos acompañado de deutchen cervezoiden.... hala a beber que así las penas `pasan mejor...
yo sueño que estoy aqui de estos exámenes cagada
y soñé que en un estado menos puteada me vi
¿qué es la vida? mu baladí
¿qué es la vida? puro fiestón
que el mayor pedo es pequeño
pues toda la vida es resaca y las resacas, resacas son.
hala a buscar la pinza que se me fu, se fue y desde entonces ya sólo tengo lagrimones
lalalala
Publicar un comentario